En la infancia todos somos soñadores y creativos, todos en esta época nos creamos metas y aspiraciones para un futuro, pero a medida que vamos creciendo todos estos sueños se van quedando en ese pasado ya que pensamos que no podríamos alcanzarlos.
Un factor en esta situación son todos esos pensamientos negativos que nos bloquean y nos hacen razonar y al suceder esto muchas expectativas se van destruyendo y vamos perdiendo confianza.
Por esto hay que generar una cultura, una confianza, de optimismo que nos ayude a alcanzar nuestras metas, mediante la educación aprender que los problemas son parte de la vida y hay que saber superarlos para así conseguir lo que queremos y no estancarnos tratando de conseguirlos.
Paulo Freire dice que a cada ser debe seguir con esa magia creadora y optimista que ayuda a superar las limitaciones que impiden realizar los proyectos que tenemos. Sin embargo los mismos padres y profesores ayudan a que cada ser pierda su confianza sin ser necesariamente esa la intención, ya que con palabras negativas desalienta esa pasión que lleva cada ser por realizar algo. Por eso cuando un ser comience a soñar y crear es mejor estimularlo para que siga con la confianza y pueda alcanzar esto deseado.
Pero también es bueno mentalizar que no se debe quedar con la idea de soñar, también hay que hacerlo realidad y para esto se requiere acción traducida en disciplina.
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